Inspirados en las tradiciones árabes, estos alambiques son muy empleados en la Península Ibérica y en el sur de Europa. Las diferentes partes del pote son unidas a través de remaches, un proceso de construcción tradicional y muy antiguo. Entre el cuello de cisne y el recipiente de condensación existe una unión rápida de latón que impide la fuga de vapores. El recipiente de condensación posee un tubo de entrada de agua en su base y otro de salida en la parte superior, así el agua circula en dirección contraria a los vapores descendientes. Contrariamente a los modelos más grandes, aconsejados para quien tiene conocimientos y el espacio exigido para su uso, los más pequeños son ideales para uso doméstico.

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