Como el nombre indica estos alambiques utilizan el método baño María para la destilación de aceites esenciales, aguardientes, plantas y frutas de la más alta calidad. La pulpa de la fruta fermentada tiene tendencia a quemarse cuando se somete a altas temperaturas en la superficie del alambique, dando lugar a destilados con un sabor amargo y quemado.
Con los alambiques de Baño María la transferencia de calor se produce por medio del agua en ebullición que se encuentra en la cámara externa. De este modo la temperatura en la cámara interior es uniforme y nunca pasa de los 100º Celsius, lo que convierte a este método ideal para la destilación de la pulpa fermentada. Los mismos principios que son aplicados en la destilación de aguardientes son también aplicados en la destilación de aceites esenciales.
Estos sistemas funcionan de modo más lento, pero los beneficios y la rectificación del destilado son de mejor calidad.